¡Venid todos a adorad a Jesucristo sacramentado!
Él merece todo nuestro amor y nuestro tiempo. Ningún tiempo es mejor empleado que en la adoración a Él.
Adoradlo en vuestras parroquias donde esté expuesto, Él nos está esperando siempre.
En estos tiempos se le ofende demasiado y nosotros con nuestro amor podemos desagraviarlo: adorándolo, amándolo, acompañándolo y trabajando para su Reino.
CON MARÍA LOS 365 DÍAS DEL AÑO
En estos tiempos tan difíciles en que estamos, es cuando más debemos recitar esa hermosa oración que tantos santos y tantos papas han proclamado:
EL SANTO ROSARIO.